Amanece un nuevo día y con él nuevos ánimos! Para hoy decidí hacer un recorrido con un tuc tuc hasta Ambers, haciendo antes unas paraditas en la ciudad antigua y ver lo que ayer no pude. Y menos mal que mi amable y sonriente conductor me dijo, entre bromas, que me tenía que quedar un día más aquí… porque si quería ver el Taj Mahal tenía que esperar a el sábado ya que los viernes cierran! Pensé que era broma, pero no, no era broma, así que allá me fui a conectarme y cambiar mis trenes y el itinerario, me voy mañana por la tarde a Agra (donde está el Taj Mahal) para llegar por la noche y estar todo el sábado allí, el domingo me voy directa a Khajuraho saltándome Orccha. Y menos mal que este chico me avisó! vaya frustración llegar allí y no poder entrar… Pues parece ser que cierran todos los viernes, que es el día de oración de los musulmanes y solo a ellos se les permite la entrada para orar.

La primera visita fue al Hawa Mahal que ayer solo vi la fachada. La primera es la foto del interior y la segunda es la fachada, como se puede ver está construido en plantas escalonadas.

Fue construido para que las mujeres del Maraha pudieran ver la ciudad sin ser vistas y disfrutaran aquí “encerradas” de un patio precioso mientras se entretenían pintando, bailando, jugando a las cartas… hasta que llegaba el maraha a “descansar”. En fin, esta es la historia que cuentan en la audioguía, El sitio es realmente bonito y tiene unas vistas de la ciudad increíbles.
Parece ser que esta es una de las pocas ciudades en India que fue planificada y es por ello que todas sus calles (en la ciudad antigua) son paralelas y tienen todas las misma distancia.

La segunda parada fue Jantar Mantar, un observatorio astrológico que es como un parque lleno de esculturas que en realidad son instrumentos de medición del tiempo. Hay un reloj de sol que su gnomon tiene 27 m de altura.

Después de un rápido recorrido (no me cogí la audioguía y no me enteré casi de nada….) me fui a ver el Iswari Minar Swarga Sal, que realmente se ve desde casi cualquier parte de la ciudad. Fue construido por el hijo de Jai Singh que cuando fueron invadidos por los mongoles prefirió morir envenenado por la picadura de un serpiente y sus 21 mujeres y concubinas cometieron jauhar en su pira funeraria. Ya os podéis imaginar qué significa la palabra.
Se puede subir a la cima, pero la verdad es que no me apetecía mucho porque últimamente estoy teniendo un poco de claustrofobia…. así que no vi las vistas desde arriba.

No estaba muy convencida de ir al Museo Central, porque ya entré en unos cuantos y no deja de ser todo lo mismo, pero este vale la pena sobre todo por su arquitectura. Es un edificio precioso con unos patios con fuentes y celosías. En el interior hay un poco de todo, trajes, instrumentos musicales, telas, esculturas,…
La entrada a todos estos sitios, incluido el Fuerte de Amber y el de Nahargarh cuestan conjuntamente 300 rupias y el mismo precio por cada uno si vas de uno en uno, así que importante comprar la entrada COMPOSITE.

Y vuelta al tuc tuc y recorrer 12 km dando saltos sin parar (es que no ves baches y vas dando saltos… y cuando los hay toco el techo!) y llegamos a Amber con su impresionante fuerte y murallas. Es una subida muy corta, pero te ofrecen subir en elefante o todo terreno. Por supuesto que yo fui con mis piernitas no sin antes comer “algo” en un puesto en la entrada y como siempre… “no spicy”, es decir, que me ardía la boca y al final pedí azúcar para tener en la boca disolviéndose y se fuese calmando.
Al llegar arriba entras en una inmensa plaza y partir de ahí es un laberinto de pasadizos que te llevan a diferentes estancias, patios, la verdad es bastante raro, lo malo es que no está señalizado y te pierdes un poco yendo y viniendo buscando nuevos sitios.

A la vuelta hicimos una parada obligatoria para ver el Palacio de Agua, construido por Jai Singh II para poder estar tranquilo. Tiene una planta por debajo del agua y está situado en un pequeño lago entre Ambers y Jaipur. Está vacío y no se puede visitar, pero contemplarlo es muy relajante.

Por último, una visita a los Cenotafios reales de Gaitor. Es un conjunto de monumentos con una talla muy delicada. También es un sitio muy tranquilo, no había nadie y puedes pasear y sentarte a admirarlos a la vez que un poco más lejos ves una impresionante muralla (continuación de la de Ambers).
Mi “taxista” me invitó amablemente a una cerveza pero, a pesar de que me apetecía conocer un poco el ocio local, estaba agotada, como podéis ver fue un día intenso. Está claro que contratar un taxista es una forma de ahorrar mucho tiempo (y por solo unos 8 €). Así que allá me llevó, a mi hostel que está a … me di una ducha y a relajarme esperando la cena recalentada de ayer.
Esta ciudad tiene cosas muy bonitas, pero es demasiado grande para mi gusto, muy ruidosa y con mucha gente. Creo que el plan de hoy, es decir, estar un día aquí y moverte a los sitios principales, es suficiente para no saturarte y acabar sorda. Aunque bueno, ahora voy con los cascos puestos mientras voy en el tuc tuc…
La primera visita fue al Hawa Mahal que ayer solo vi la fachada. La primera es la foto del interior y la segunda es la fachada, como se puede ver está construido en plantas escalonadas.
Fue construido para que las mujeres del Maraha pudieran ver la ciudad sin ser vistas y disfrutaran aquí “encerradas” de un patio precioso mientras se entretenían pintando, bailando, jugando a las cartas… hasta que llegaba el maraha a “descansar”. En fin, esta es la historia que cuentan en la audioguía, El sitio es realmente bonito y tiene unas vistas de la ciudad increíbles.
Parece ser que esta es una de las pocas ciudades en India que fue planificada y es por ello que todas sus calles (en la ciudad antigua) son paralelas y tienen todas las misma distancia.
La segunda parada fue Jantar Mantar, un observatorio astrológico que es como un parque lleno de esculturas que en realidad son instrumentos de medición del tiempo. Hay un reloj de sol que su gnomon tiene 27 m de altura.
Después de un rápido recorrido (no me cogí la audioguía y no me enteré casi de nada….) me fui a ver el Iswari Minar Swarga Sal, que realmente se ve desde casi cualquier parte de la ciudad. Fue construido por el hijo de Jai Singh que cuando fueron invadidos por los mongoles prefirió morir envenenado por la picadura de un serpiente y sus 21 mujeres y concubinas cometieron jauhar en su pira funeraria. Ya os podéis imaginar qué significa la palabra.
Se puede subir a la cima, pero la verdad es que no me apetecía mucho porque últimamente estoy teniendo un poco de claustrofobia…. así que no vi las vistas desde arriba.
No estaba muy convencida de ir al Museo Central, porque ya entré en unos cuantos y no deja de ser todo lo mismo, pero este vale la pena sobre todo por su arquitectura. Es un edificio precioso con unos patios con fuentes y celosías. En el interior hay un poco de todo, trajes, instrumentos musicales, telas, esculturas,…
La entrada a todos estos sitios, incluido el Fuerte de Amber y el de Nahargarh cuestan conjuntamente 300 rupias y el mismo precio por cada uno si vas de uno en uno, así que importante comprar la entrada COMPOSITE.
Y vuelta al tuc tuc y recorrer 12 km dando saltos sin parar (es que no ves baches y vas dando saltos… y cuando los hay toco el techo!) y llegamos a Amber con su impresionante fuerte y murallas. Es una subida muy corta, pero te ofrecen subir en elefante o todo terreno. Por supuesto que yo fui con mis piernitas no sin antes comer “algo” en un puesto en la entrada y como siempre… “no spicy”, es decir, que me ardía la boca y al final pedí azúcar para tener en la boca disolviéndose y se fuese calmando.
Al llegar arriba entras en una inmensa plaza y partir de ahí es un laberinto de pasadizos que te llevan a diferentes estancias, patios, la verdad es bastante raro, lo malo es que no está señalizado y te pierdes un poco yendo y viniendo buscando nuevos sitios.
A la vuelta hicimos una parada obligatoria para ver el Palacio de Agua, construido por Jai Singh II para poder estar tranquilo. Tiene una planta por debajo del agua y está situado en un pequeño lago entre Ambers y Jaipur. Está vacío y no se puede visitar, pero contemplarlo es muy relajante.
Por último, una visita a los Cenotafios reales de Gaitor. Es un conjunto de monumentos con una talla muy delicada. También es un sitio muy tranquilo, no había nadie y puedes pasear y sentarte a admirarlos a la vez que un poco más lejos ves una impresionante muralla (continuación de la de Ambers).
Mi “taxista” me invitó amablemente a una cerveza pero, a pesar de que me apetecía conocer un poco el ocio local, estaba agotada, como podéis ver fue un día intenso. Está claro que contratar un taxista es una forma de ahorrar mucho tiempo (y por solo unos 8 €). Así que allá me llevó, a mi hostel que está a … me di una ducha y a relajarme esperando la cena recalentada de ayer.
Esta ciudad tiene cosas muy bonitas, pero es demasiado grande para mi gusto, muy ruidosa y con mucha gente. Creo que el plan de hoy, es decir, estar un día aquí y moverte a los sitios principales, es suficiente para no saturarte y acabar sorda. Aunque bueno, ahora voy con los cascos puestos mientras voy en el tuc tuc…