Después de cinco horas y media en el tren (AC1) (salí a las 00.30 y llegué a las 6.00) y de tener un compañero roncón e intentar dormir con los cascos puestos escuchando a Joni Mitchel, llegué agotada y dormida a Ajmer, donde tenía que coger el bus para Puskhar, así que a eso de las 7 de la mañana ya estaba en mi destino. A última hora hice cambio de hotel, ya que un dueño de un hotel me hizo cambiar de idea y así pude entrar a dormir a las 7.30 hasta las 10.30, que me levanté para conocer un poco esto. Para que os hagáis una idea de lo económico que es viajar por India, este hotel, que está bastante bien (pondré las fotos en la sección que haré sobre Hoteles en India) en el que entro a las 7 am de hoy y saldré a las 4 pm de mañana voy a pagar 3 euros. El desayuno sale más o menos por 1,50 y la comida y la cena cerca de 2 euros cada una. El total de un día aquí es menos de 10 euros al día, dormir y comer, no está mal!! con respecto a los traslados, los trenes son super baratos y andan sobre los 4 euros unos 300 km.
Pushkar es una ciudad de peregrinaje donde, cuenta la leyenda, Brahma dejó caer sobre la tierra una flor de loto y apareció esta ciudad con su lago sagrado. Hay cientos de templos (dicen que más de 500), siendo el más famoso el de Brahma, uno de los pocos que hay en el mundo. Alrededor del lago bajan hay 52 ghats (escaleras), donde los peregrinos se bañan en las aguas sagradas.
Esta ciudad, al ser de peregrinaje, también es turística, pero te encuentras a pocos occidentales, más bien aquí vienen a cursos de yoga o como yo, a descansar en un lugar plácido. Mi idea de esta visita es hacer un parada, tener dos días muy tranquilos ya que aquí hay poco que ver, solo callejear y relajarse mirando al lago o a las pequeñas colinas de alrededor. Se pueden hacer excursiones y subir a los templos que hay en lo alto de la colina… pero va a ser que será para otra vez…
Por ahora me he dedicado a pasear, ver, comer, leer… además, la temperatura es buena. Como en este hotel ahora no tienen internet, se ofrecieron a llevarme a otro sitio gratis, lo que no sabía es que íbamos en moto! pues nada, a relajarse y a veces, a cerrar los ojos… es increíble el cálculo exacto de las distancias. El chico me esperó allí 2 horas! y de vuelta en moto, pero ahora ya de noche, vuelta a cerrar los ojos y confiar en el piloto y sus cálculos, sobre todo cuando cruzamos una calle delante de un camión. Esta familia, la de este modesto hotel, es gente muy cordial y servicial, se preocupan por todos los detalles y quieren que te sientas como en casa, eso lo dicen a menudo, y es verdad, son acogedores y bueno, el que cocina es un profesional! que comida más rica prepara! Hoy, para cenar, he pedido ensalada, estoy engordando mucho con tanta comida, así que hoy toca sin salsas (una pena…). Me voy muy pronto a dormir a ver si recupero un poco.