Hoy ha sido un día buenísimo! Me ha cambiado por completo la imagen que tenía de la isla. Resulta que me fui de “expedición” con 3 chicas (una española, una argentina y una canadiense) y descubrimos que en realidad casi toda la isla es un grandísimo Resort que ocupa el 80% de la isla y da a las dos grandes playas (en el este uno y otra en el oeste). Pues nosotros estamos en una esquinita y es el original pueblo de Mana, el Resort es de un grupo japonés que se lo tienen montado muy bien, es como un poblado ero “a lo bien”, con casitas con tejados de paja y todos monos, con supermercado, lavandería, en fin, qued amos alucinadas! Tuvimos que ser muy discretas ya que está prohibida la entrada a los no residentes, pero allá fuimos a comernos un helado y sentarnos en unas tumbonas en su playa, que es más tranquila que la nuestra.
Esta mañana había pensado adelantar el regreso a Nadi y después de pasarme la mañana en la terraza del albergue de al lado tan ricamente, el paseo alrededor de la isla con este descubrimiento y el pronóstico del cambio del tiempo, decidí quedarme el tiempo acordado.
Y lo mejor pasó a la noche, después de una muy triste exhibición de danzas (un bailarín y 9 espectadores), conecté mi teléfono al radiocasette y pusimos música española… bueno, esto se empezó a animar y pusimos salsa porque resulta que dos de los chicos eslovacos que están aquí son profesores de salsa! Así que la gente de los albergues de al lado acabaron en este, nuestro cutre albergue, bebiendo y bailando hasta las 2 de la mañana. Fue divertidísimo y a la vez surrealista pensar que estaba en una isla perdida de Fiji bailando salsa con un chico eslovaco. En fin, que nos lo pasamos genial.